Seleccionar las joyas perfectas para tu boda es casi tan importante como elegir el vestido. Una pieza bien escogida ilumina tu rostro, realza tu estilo y se convierte en un recuerdo eterno de uno de los días más felices de tu vida. En SPREZZATURA creamos joyas artesanales con un inconfundible aire vintage y estilo Art Decó que han enamorado a cientos de novias. Este artículo te ayudará a decidir qué piezas sumarán brillo a tu estilismo y de cuáles es mejor prescindir...
Joyas que sí puede llevar una novia
Pendientes protagonistas
Los pendientes son, casi siempre, la joya que más se aprecia en las fotografías. Para aportar luz y movimiento al rostro, elige modelos con piedras o perlas naturales como los Pendientes Waldorf o los Pendientes Capitol. El diseño desmontable de estos últimos te permitirá lucirlos tanto en la ceremonia como en la fiesta posterior.
Colgantes delicados y ajustados al escote
Si tu vestido tiene un escote cuadrado, bardot o palabra de honor, añade un colgante fino que no robe atención al tejido. La Gargantilla Lempicka Oro o Plata es un ejemplo de elegancia atemporal.
Joyas minimalistas
Una joya minimalista aporta movimiento sin sobrecargar. Si no estás acostumbra a llevar pendientes grandes, opta por líneas depuradas y joyas que se adapten mejor a ti. Recuerda que, si tu vestido lleva mangas elaboradas o encaje, menos siempre es más.
Joyería de la que debe huir una novia
Piezas demasiado rígidas que puedan engancharse en el velo o en los bordados.
Gargantillas maxi si tu vestido ya incluye pedrería o apliques brillantes.
Relojes voluminosos: restan elegancia y centran la mirada en la muñeca.
Mezcla de colores intensos (rojo rubí, verde esmeralda, azul zafiro) cuando el look nupcial busca pureza cromática.
Bisutería de baja calidad (que pueda alterar el tono del metal con el tiempo o irritar la piel.
¿Cómo combinar joyas si vas a casarte?
Empieza por el vestido. Identifica los puntos focales (escote, espalda, mangas) y adapta tus joyas a ellos.
Define un metal dominante. Si tu vestido es blanco puro, el platino o la plata rodiada resaltarán su claridad. Para tonos marfil o champagne, el oro aporta calidez
Sigue la regla 60 30 10. Dedica el 60 % de la atención a la pieza principal (normalmente los pendientes), el 30 % a la secundaria (pulsera o collar) y el 10 % a detalles sutiles.
Piensa en la versatilidad. Modelos desmontables como el modelo Carrión te permiten una versión corta para la ceremonia y larga para la fiesta, multiplicando opciones de estilo.
Coordina con tu peinado. Los recogidos combinan muy bien con pendientes largos o con diseños pegados al lóbulo; si te decides por melena suelta o semirecogido , puedes permitirte un diseño más grande y llamativo.
Un consejo extra, lleva tus joyas a la prueba final del vestido para valorar el efecto junto a todo el estilismo. La clave está en equilibrar brillo, proporciones y personalidad. Inspírate en nuestras colecciones y elige joyas hechas a mano en España que se convertirán en un tesoro familiar.